Tuesday, August 26, 2008

¿Es su hijo víctima del "bullying"?

Las investigaciones más recientes sobre los “bravucones” en las escuelas indican que la intimidación o "bullying" constituye el problema más serio en las escuelas en el mundo.

/Por Jontue F. Bohn y Sylvia M. Fernández Colorado, Ph.D.

El “bullying” es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuo que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él o ella cruelmente, con el objetivo de intimidarle y asustarle para obtener algún resultado favorable para ellos.

Se ha reportado que un tercio de los estudiantes están involucrados en conductas de “bullying” como: insultar o humillar a otro, agredir físicamente y aislar a otros, entre las formas de “bullying” más conocidas. Se estima que 29.9 por ciento de los estudiantes está involucrado en estas conductas, ya sea como “bully”, como víctima o como “bully”-víctima. En el 2006 un estudio reveló que en una muestra de estudiantes entre tercer y octavo grado, 82.3 por ciento había experimentado “bullying” por lo menos en una ocasión en los pasados tres meses.


El “bullying” es representado en cuatro categorías:

• Físico: empujones, patadas, puños, golpizas, agresiones con objetos. Este es el tipo de “bullying” más frecuentemente visto en niños.

• Verbal: insultos, menosprecios en público, humillaciones, sobrenombres. Este es el más habitual y muchas personas adultas lo ven como inofensivo.

• Psicológico: atacan la autoestima del individuo y fomentan el miedo y la intimidación, impidiendo que el niño se desarrolle saludablemente.

• Social: aislar, despreciar y otros. Este es el tipo de “bullying” más frecuente entre las niñas.

En muchas ocasiones, estas categorías de “bullying” se presentan de forma simultánea.

Es importante que como padres/madres estemos en constante comunicación con nuestros/as hijos/as ya que el “bullying” es difícil de reconocer a primera vista y puede tener unas consecuencias negativas que afecten a su hijo/a tanto en el ámbito escolar como en el familiar y el social.

Algunas de las características de “bullying” son:

• Burlas, amenazas, agresiones físicas, y aislamiento.

• Tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.

• Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra una víctima que se encuentra indefensa.

• Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente (maestros, personal escolar y otros estudiantes).

• La víctima del “bullying” desarrolla miedo y rechazo, pérdida de confianza en sí mismo y en los demás, disminución del rendimiento académico y se torna en algunos casos tímido e introvertido. En el peor de los casos estos/as niños/as se tornan agresivos/as y hasta “bullies” en algún momento.

• Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor, mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.

• En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se produce falta de sensibilidad, apatía y solidaridad.

• Se reduce la calidad de vida del entorno escolar: la escuela, el salón de clases o el patio de recreo se convierte en un ambiente de miedo, hostilidad y agresión.

Las causas de este fenómeno de bullying o acoso escolar son múltiples y complejas. Existen, en nuestra sociedad, ciertos factores de riesgo de violencia, como la exclusión social o la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación. Nuestro ambiente familiar también puede propiciar un ambiente de violencia que resulte en bullying. La escuela debe tener medidas que garanticen la seguridad de cada estudiante en el plantel escolar y los maestros deben estar al tanto de este tipo de conducta y tomar las medidas de prevención e intervención apropiadas en cada caso particular.

Los padres deben estar atentos a las siguientes señales que puedan ser indicios de que su hijo/a está siendo víctima del “bullying” o acoso escolar:

• Cambios en el comportamiento del/la niño/a. Cambios de humor inexplicables.

• Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito frecuentes que afecten el desempeño escolar y/o en el hogar.

• Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos y otros síntomas físicos sin explicación.

• Pierde o se deterioran de forma frecuente sus pertenencias escolares o personales, como gafas, mochilas, etc.

• Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que se ha caído.

• No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros/as de la escuela.

• No acude a excursiones, visitas, etc. de la escuela/colegio.

• Quiere ir acompañado/a al entrar y salir de la escuela.

• Se niega o protesta a la hora de ir a la escuela.

Es importante reconocer que estos síntomas podrían ser indicativos de que el/la niño/a también podría estar confrontando otro tipo de problemática. Es por esto que como madre/padre responsable usted debe, primero y sobre todo, mantener un canal de comunicación abierto con sus hijos/as y de, sentir que necesita ayuda, acudir a un/a psicólogo/a clínico/a para que le oriente sobre cómo ayudar a sus hijos/as, ya que es usted quien mejor le puede ayudar en estos casos.

Recomendaciones generales para padres/madres:

• Escuchar a sus hijos/as cuando le traigan preocupaciones o quejas.

• Estar pendientes a cambios repentinos de conductas o patrones de sueño o alimentación.

• Visitar y conversar con maestros/as de sus hijos/as sobre su conducta.

• Llamar a sus hijos/as por su nombre para crearles una identidad saludable. Los sobrenombres pueden ser dañinos en algunas ocasiones.

• Ser un buen ejemplo en el momento de manejar y controlar el coraje de forma saludable. ¡Es de nuestras acciones y actitudes que nuestros/as hijos/as más aprenden!

• Promover el que sus hijos/as se respeten unos a otros en el hogar para que puedan identificar cuando alguien les está faltando el respeto.

• Desarrollar en el/la niño/a confianza de que usted como padre/madre va a reaccionar cuando le traiga una preocupación y tómela en serio.

• Practicar con sus hijos/as posibles situaciones escolares y cómo lidiar con éstas.

• Dar ejemplos a tus hijos/as sobre la conducta de “bullying” para que sepan que no está correcta y que la deben informar inmediatamente a los adultos.

Si usted llegase a identificar que su hijo/a está siendo víctima de “bullying” usted debe buscar ayuda para usted y su hijo/a lo antes posible para evitar que esta situación continúe y prevenir que le afecte de forma negativa en su desarrollo físico, social y emocional.

Las autoras son estudiante doctoral y catedrática, respectivamente, de la Universidad Carlos Albizu. Para información, llame al 787-725-6500.

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